Bolas de vidrio: abrasivo popular para aplicaciones generales. Este abrasivo proporciona una superficie satinada y lisa; ideal para el granallado de aluminio y otros metales blandos. Elimina el óxido ligero y la oxidación. Genera poco polvo y es reciclable hasta 20 veces dependiendo del uso. Es un producto de chorreado indispensable para todo restaurador.